A MIS VERDADEROS AMIGOS…EN “EL DÍA DEL AMIGO”
Me considero uno de
tus mejores amigos y creo que tú también lo eres, por lo mucho que ya has
hecho, sonriendo y llorando por mi.
Pero no tengo el
derecho a exigirte que confíes ciegamente en mi,
Ni a saberlo todo sobre ti,
Ni a robarte tu tiempo,
Ni a interferir en tus caminos,
Ni a chantajearte con mi bondad,
Ni a exigir que llores primero en mi hombro,
Ni a exigir que corras primero hacia mi,
Ni a reclamar por las verdades que no dijiste,
Ni por las mentiras que proferiste,
Ni por los secretos que ocultaste.
Ni a saberlo todo sobre ti,
Ni a robarte tu tiempo,
Ni a interferir en tus caminos,
Ni a chantajearte con mi bondad,
Ni a exigir que llores primero en mi hombro,
Ni a exigir que corras primero hacia mi,
Ni a reclamar por las verdades que no dijiste,
Ni por las mentiras que proferiste,
Ni por los secretos que ocultaste.
El ser amigo(a) tuyo
no me asigna ningún derecho sobre tu conciencia.
Al contrario, ser
amigo tuyo supone solamente querer tu bien , porque te quiero bien.
Solo eso.
Te llamaré la
atención ante ciertos peligros, estaré a tu lado cuando te equivoques y cuando
aciertes, estaré preocupado cuando sufras un dolor intenso, estaré inquieto
cuando sepa que no estas bien, sonreiré de alegría , cuando sepa que eres
feliz.
Para mi no quiero
nada. Ni siquiera el consuelo de saber si soy o no soy tu mejor amigo, lo que
dices o dejas de decir, lo que sientes o dejas de sentir; de saber si crees que
soy la mejor persona que paso por tu vida.
¿Qué es entonces lo
que espero y lo que deseo?
Lo que espero y deseo es:
Que nunca te canses de mi amistad,
Que nunca te canses de saber que alguien se preocupa por ti, que nunca digas: “Ya esta aquí otra vez ese pesado”.
Lo que espero y deseo es:
Que nunca te canses de mi amistad,
Que nunca te canses de saber que alguien se preocupa por ti, que nunca digas: “Ya esta aquí otra vez ese pesado”.
Lo que espero y lo
que sueño es:
Que si un día
necesitas que alguien te escuche, cuentes con mis oídos; que si algún día el
dolor te aplana, tengas el coraje sin el temor de encontrarme cansado,
amargado, escandalizado o vacío, de acercarte a mi y decirme que necesitas a
alguien como que yo, que busque tan solo tu paz interior.
Lo que realmente
anhelo es que entiendas que no te quiero para mi, sino solamente para ti; que
no te quiero con exclusividad, sino con ternura sincera de hermano; que
entiendas que si fuera preciso, daría mi
vida por ti, que, si las circunstancias lo exigieran, me retiraría para que mi
recuerdo o mi presencia jamás te impidieran ser feliz.
No, no necesito de ti; pero, como soy tu amigo, quiero necesitar de ti. Puedo vivir sin ti, pero con tu amistad se que crecería mucho mas.
No, no necesito de ti; pero, como soy tu amigo, quiero necesitar de ti. Puedo vivir sin ti, pero con tu amistad se que crecería mucho mas.
Finalmente, quiero
que conozcas la mayor de las razones por las que he sido tu amigo(a) de todas
las horas:
Sin saberlo, me has
elevado, muy alto, hasta muy cerca de Dios, siempre que al mirarme en los ojos
o al mirar yo los tuyos he descubierto que querías de mi solamente que yo fuera
una presencia amiga en tus alegrías y en tus lagrimas.
Y el día en que
descubrí que me querías, pero que no te hago falta y que no es necesario que te
agarres a mi como tabla de salvación, ese día fue cuando sentí la victoria de
ser tu amigo.
Todo lo que quise y
lo que quiero es conquistarte para devolverte a tu propia tranquilidad.
De ti solo deseo
guardar un recuerdo:
El de las muchas veces que vi todo lo que tenias de Dios dentro de tu rabia contenida y de tu corazón generoso y empapado de lagrimas.
El de las muchas veces que vi todo lo que tenias de Dios dentro de tu rabia contenida y de tu corazón generoso y empapado de lagrimas.
Tú me enseñaste mucho
más de lo que crees. Por eso, cuando no podía hablar de Dios contigo, hablaba a
Dios de ti. Y de alguna forma nunca deje de estar a tu lado.
Pero ¿sabes que es lo
que mas me encanta de nuestra amistad?
Creo que has permanecido libre a pesar de haberme escuchado tanto y se que nunca me has esclavizado.
Si todo esto no es amistad, entonces no soy tu amigo.
Si todo esto es amistad, entonces estamos en paz.
Tú creciste en Dios por tu lado, y yo crecí por el mío.
Creo que has permanecido libre a pesar de haberme escuchado tanto y se que nunca me has esclavizado.
Si todo esto no es amistad, entonces no soy tu amigo.
Si todo esto es amistad, entonces estamos en paz.
Tú creciste en Dios por tu lado, y yo crecí por el mío.
¡La amistad quizá sea
eso!
No hay comentarios:
Publicar un comentario